El
enfoque de “exclusión social” fue ganando peso a partir de la década de 1990
debido a que se observó que existía una “geografía de la exclusión social”,
representada por algunos barrios marginales, los guetos urbanos, las zonas
rurales alejadas, los territorios periféricos, etc.
Cuando un elevado número de personas pobres o vulnerables se concentraban en esos mismos espacios, la exclusión se hacía visible.
Cuando un elevado número de personas pobres o vulnerables se concentraban en esos mismos espacios, la exclusión se hacía visible.
En
2000 EUROSTAT, la oficina estadística de la Comisión Europea, definió la
exclusión social como un fenómeno
multidimensional que impide a los individuos participar plenamente en la
sociedad. Desde entonces, se ha desarrollado una estrategia, conocida como la
Estrategia de Inclusión Social.
Esta
estrategia responde a la decisión y voluntad del Gobierno de avanzar en la
defensa del Estado del Bienestar, asegurando su sostenibilidad y viabilidad a
través de la modernización del sistema de protección social, dando respuesta a
las necesidades derivadas de la pobreza y la exclusión social que se han
acentuado con la crisis económica
Toda
esto se coloca delante de personas y grupos, en los que se da una gran
acumulación de situaciones de desventaja, de elementos negativos, de entre los
cuales se destacan el hecho de la pérdida de vínculos, de la ausencia de un
nicho comunitario capaz de hacerse cargo, de acoger, de acompañar procesos, en
aquellas situaciones donde se dan factores de riesgo de exclusión social. En
definitiva, procesos y personas que precisan de un tipo de intervención
especial, en orden al grado de deterioro, y sobre todo a las capacidades,
potencialidades, expectativas, intereses… que suele trascender las
posibilidades de las comunidades territoriales, tanto las económicas, como las
de conocimientos, las de garantías temporales, etc.
A
partir de ese momento, La Cruz Roja destaco por la lucha contra la
exclusión social, que está actualmente fuertemente conectada con los Principios
Fundamentales.
Es
por eso que actualmente la exclusión es el resultado necesario y obligado de la
Globalización.